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Cómo mantener los pies calientes esquiando

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Esqui.com

Cómo mantener los pies calientes esquiando

El esquí es un deporte que se practica sobre la nieve, así que no podemos evitar estar a bajas temperaturas. Donde más nos afecta (y lo sabes) es en los pies por un motivo evidente: es la parte del cuerpo que está todo el rato en contacto con la nieve y sufre la humedad. ¿Cuántas jornadas se nos han llegado a hacer pesadas por la incomodidad de tener las extremidades inferiores frías? Cuando es insoportable, intentamos solucionarlo pasando ratitos en el bar.

 

Si no sabes qué hacer y no entiendes porqué no “funciona” mejor el nuevo y potente equipamiento que te has comprado para tener los pies más calentitos, igual es que hay cosas que no estás haciendo bien. Vamos a darte algunos consejos para tener unas sesiones de esquí más cómodas y agradables y así disfrutarlas al máximo.

 

 

Consejos para evitar el frío en los pies en el esquí

 

-Las botas deben estar completamente secas. Suena obvio, pero mucha gente termina de esquiar y tal cual las deja en casa o en el hotel y al día siguiente, cuando se las pone, todavía conservan algo de humedad. Lógico. Para evitarlo, siempre que acabe la jornada, separa el botín interior de la carcasa y procura dejarlo en un lugar seco y cálido. No las dejes cerca de una fuente directa de calor como puede ser una estufa, porque puede deformar el plástico de la carcasa.

 

-No pongas las botas en el maletero del coche. Es donde siempre las pones, ¿verdad? Pues debes saber que es la zona más fría del vehículo, así que lo mejor es ponerlas junto a la salida de la calefacción del coche, que suele ser la parte que va directa a los pies. Así ya las llevaremos calentitas de partida y no sufriremos ese incómodo y frío choque inicial.

 

-Elige unas botas de tu talla. Esto es importante para mantener los pies a una temperatura adecuada. Muchos creen, erróneamente, que llevando la bota más apretada nos calentará más. Nada más lejos de la realidad: si afecta a la circulación de la sangre, los pies perderán temperatura. Evidentemente, si la talla es más grande, también se escapará el calor del cuerpo. Ante la duda, mídete los pies y deja que te asesoren en una tienda física.

 

-Usa unos buenos calcetines. Llevar unos inadecuados es otro fallo frecuente entre los esquiadores. Si son demasiado gruesos, corremos el riesgo, de nuevo, de que nos aprieten los pies y perdamos temperatura. Un material muy popular es la lana merino, muy cálida y protege de los olores por ser un textil natural. Son más caros, pero valen la pena.

 

-No te pases con el abrigo. Especialmente en un ambiente frío, es peor exagerar y sudar, ya que en reposo los pies se nos enfriarán más rápidamente. Si vas a hacer una actividad muy intensa, mejor calcetines más delgados. Y ante la duda, siempre puedes llevar unos más calentitos de repuesto para las paradas; son útiles también en caso de tener un imprevisto y que se te filtre humedad en los pies.

 

-Revisa que las botas estén en buen estado. A veces los calcetines de última generación que hemos comprado no calientan lo que deberían porque las botas (el botín interior o la carcasa) tienen algún desperfecto por donde se filtra el frío y la humedad. Repáralas o, llegado el momento, plantéate sustituirlas.

 

-¡Usa parches calentadores para pies! Si sigues todos los consejos anteriores y aun así no alcanzas en los pies la temperatura que te gustaría, no dejes que te empañen la jornada de esquí y usa estos parches que duran horas. En la actualidad hay incluso calcetines y plantillas con calefacción, aunque el precio aumenta relativamente.