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Lo sabemos, tenéis mono de nieve. Nosotros también. Pero hoy os queremos presentar una nueva modalidad de patinaje que puede ayudarnos a no sentirnos tan huérfanos cuando no podemos disfrutar del nieve: el inline ski o esquí en línea.
Como su mismo nombre indica, se trata de una mezcla entre el esquí y el patinaje en línea. La eterna guerra entre las similitudes o diferencias que comparten estos dos deportes sigue en pie y tiene pinta de no acabar pronto, así que vamos a intentar arrojar un poco de luz sobre el asunto. Nosotros lo exponemos, vosotros mismos juzgáis.
La equipación necesaria para este deporte es la siguiente: patines en línea, protecciones para rodillas, codos (incluso existen petos integrales para proteger el pecho), palos y casco. Consiste en ponerse los patines y realizar una bajada por una pendiente de entre un 8 y un 20%, con unas sensaciones muy parecidas al esquí alpino debido a la similitud de movimientos básicos: inclinación-flexión, flexión-extensión y orientación-rotación.
En este video podéis ver un ejemplo de como esta modalidad es utilizada por esquiadores para mantenerse en forma y entrenar de cara a la temporada.
¿Os ha convencido? Está claro que la nieve tiene ese algo especial que no nos da el asfalto, pero algo es algo. Además, una vez dominéis esta modalidad podréis dar rienda suelta a vuestra adrenalina con descensos cada vez más arriesgados. Pero mucho cuidado dónde y cómo practicáis el esquí en línea, ¡que no queremos que os lesionéis justo antes de empezar la temporada!
