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Mochilas Airbag: ¿Son imprescindibles?

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Esqui.com

Mochilas Airbag: ¿Son imprescindibles?

Como en todo deporte, el esquí no es ajeno a las modas ni al incremento de los elementos de seguridad que poco a poco se van convirtiendo en "musts". Eso hace que cada día tengamos que salir a la montaña con más peso, ya sea porque moralmente así lo consideramos (los conocidos "por si acaso") o porque es obligatorio por norma. En el esquí fuera de pistas, especialmente, están ganando terreno las mochilas airbag. ¿Hasta qué punto son necesarias? ¿En qué circunstancias no deberíamos dejarlas en casa?

 

No puede ser una excusa actuar de forma temeraria

 

La mochila con dispositivo de airbag se vende como un protector frente a avalanchas. De esta manera, si todo va bien, recubre la cabeza y la espalda facilitando protección y manteniendo a flote el esquiador. ¿Realmente no deberíamos salir de casa sin ella? ¿Pueden hacer algo los que no puedan o no estén dispuestos a pagar los alrededor de 600 euros que cuesta?

 

Es frecuente que en la vida moderna, donde tenemos poco tiempo y a algunos afortunados les sobran los euros, prefieran gastarse el dinero como "seguro de protección" ilusorio para no sentirse culpable por no haber "hecho los deberes". Nos referimos, por ejemplo, a saber utilizar las herramientas que nos pueden sacar de un apuro (o salvar de la muerte, sin eufemismos), como el arva, la sonda y la pala.

 

¿Cuántos andarán por ahí cargando el equipo necesario sin haber hecho nunca prácticas con él, para saber actuar rápidamente (y con la cabeza fría) cuando sea necesario? Recuerda que para sacar con vida a un compañero o compañera tenemos en torno a los 30 y 45 minutos. Así que toca practicar mucho para evitar estrenarlos en medio del problema.

 

En cualquier caso, quizás deberíamos preocuparnos más en evitar las avalanchas que en protegernos de ellas. Para ello, es más que recomendable hacer cursos de la federación o contratar un guía de alta montaña para tener un buen criterio que nos permita saber leer el terreno, las condiciones de nieve, el parte meteorológico y de avalanchas, gestionar un grupo... El dicho "más vale prevenir que curar" es más viejo que el pan. Si ves que la cosa está fea, más vale no entrar o seguir. Una mochila airbag no es la panacea y llevarlo no debe ser la excusa de aventurarnos a entrar en un terreno donde no lo haríamos sin él.

 

Otro punto que tendremos que valorar es si queremos asumir cargar los entre 3 y 5 kilos que pesa el airbag. Eso puede hacer que tardemos más tiempo en avanzar, sumar más horas a la marcha, añadir un cansancio extra, etc.

 

 

Un extra de seguridad

 

Llegados a este punto puede parecer que las mochilas airbag son más un estorbo que una ayuda. Nada más lejos de la realidad. Son un apoyo en seguridad realmente interesante para quien se lo pueda permitir; solo queríamos transmitir la idea de que antes debe haber un trabajo de práctica, sentido común y análisis para que llevarlo no sea una "carta blanca" para arriesgarse a todo.

 

Lo cierto es que el airbag en el esquí puede llegar a ser de gran ayuda en días con fuertes acumulaciones de nieve, en terrenos grandes con capa de polvo, en terrenos que sean poco frecuentados, en terrenos con placas que aún no se han consolidado o cuando tenemos que pasar más tiempo del que quisiéramos bajo un ventisquero supuestamente estable.

 

Al final, contar con ese extra de seguridad también es una ayuda psicológica que contribuye a que nos tranquilicemos y tomemos las mejores decisiones en la montaña. Cuento más grande sea el airbag, debe ir más ajustado a la espalda y casco para que de una protección eficaz.