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Andorra es conocido como “el país de la nieve”. Por eso, cuando pensamos en este pequeño estado enclavado en los Pirineos, nos vienen a la cabeza kilómetros y kilómetros de pistas para esquiar. Sin embargo, su infinidad de parajes inolvidables también lo convierten en un precioso lugar para disfrutar de excursiones a pie en verano o como complemento para tu escapada a la nieve. Para que le saques el máximo jugo, te hemos preparado una lista con las cinco mejores rutas de senderismo en Andorra. Ve preparando la mochila.
Es una ruta ideal si tenéis poco tiempo o viajáis con niños pequeños. Es de solo 1,9 kilómetros y con poco desnivel (350 metros positivos y 45 metros negativos). Como es lineal, se duplica la distancia y se tardan unas dos horas a un paso tranquilo. Se sale de la parroquia de Encamp y ahí ya está perfectamente señalizado (como GR, marcas blancas y rojas) hacia el Lago de Engolasters y hacia el río Blanc. La caminata recorre caminos, alguna carretera y atraviesa cursos de agua, y permite apreciar construcciones típicas andorranas. Engolasters es en realidad una presa artificial que data de 1934 y tiene el salto de agua más grande de Andorra. No está permitido bañarse en el lago, pero allí encontraréis una buena zona de picnic, si lleváis comida de casa, así como dos restaurantes. Podéis redondear la jornada con un parque de aventuras con tirolinas que está a pocos metros.
Aquí tenemos una excursión familiar de senderismo sin demasiada exigencia que permite conocer un espectacular paisaje de alta montaña. Tiene 4,39 kilómetros y 210 metros de desnivel positivo, y otros tantos negativos. El enorme circo de montañas está presidido por el pico de Tristaina, que tiene 2.900 metros de altura.
Para llegar, nos acercaremos en coche hasta las pistas de esquí del sector Arcalís. En el mismo parking comienza la ruta circular, marcada con señales amarillas e hitos de piedra. Llévate un bocadillo para comer dejándote envolver por la magia de los Pirineos.
Seguimos con otra propuesta algo más exigente: 4,57 kilómetros y 465 metros de desnivel positivo. Para hacer esta ruta acercaremos el coche hasta el valle de Incles (cerca de las pistas de Soldeu); aparcaremos en el puente de la Baladosa y seguiremos una ruta ascendente que nos conducirá hasta el refugio de Juclà. Aquí podremos hacer una parada para reponer fuerzas. Pronto llegaremos a los dos lagos de Juclà, y si aún quedan fuerzas y ganas, podemos alargar un poco la ruta y subir hasta el collado de Alba. Muy recomendable, ya que ofrece una panorámica de prácticamente 360 grados.
Se trata de una ruta circular de 13 kilómetros en la que deberemos superar unos 1.000 metros de desnivel, por lo que se requiere una cierta capacidad física. A los más montañeros les resultará una delicia el circo de Pessons, con su impresionante perfil rocoso. Para llegar, deberemos estacionar en el parking de la estación de esquí de Grau Roig. Durante la ruta iremos pasando por diferentes lagos en los que podremos parar y reponer fuerzas. El circo está rodeado de conocidas cumbres, como es el pico de Pessons (que subiremos), y otros como el pico de Ríbuls o el Montmalús. Todos ellos tienen alrededor de 2.800 metros de altura.
Comapedrosa es el pico más alto del Principado de Andorra, con 2.942 metros. Es la ruta más exigente que os planteamos, y aunque no es un Aneto, es necesario hacer deporte regularmente y llevar los víveres suficientes para que aguanten las energías. El recorrido es de 16 kilómetros (ida y vuelta por el mismo camino) y presenta un desnivel total de 1.300 metros.
La ruta comienza en Arinsal, con un fuerte desnivel que pasa por un denso bosque. Después se llega al refugio de Comapedrosa, donde podremos parar a comer algo. Aquí ya cambia el paisaje y empezaremos a ver varios lagos hasta llegar a la cima, que nos brinda espectaculares vistas.
