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Cómo elegir la chaqueta de esquí (para hombre o mujer)

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Esqui.com

Cómo elegir la chaqueta de esquí (para hombre o mujer)

Llega un momento en el que te enganchas tanto al esquí, que ya no vale con aprovechar la que usas habitualmente para protegerte del frío en las caminatas por la montaña en invierno ni esa que tenías perdida en el armario del viaje a la nieve del instituto y que, con suerte, aún te vale de talla.

Elegir una buena chaqueta de esquí es fundamental para protegernos correctamente de todos los factores climatológicos y de disfrutar de una jornada en la nieve más cómoda y confortable. Pero es que además, es más económico hacer una inversión inicial más fuerte, porque duran muchos más años que los tejidos más baratos que acabaremos cambiando bien por roturas, bien porque no satisfacen nuestras necesidades.

Toma nota de estos tres elementos clave que tendrás que mirar con lupa a la hora de comprar una chaqueta de esquí, tanto de hombre como de mujer: impermeabilidad, transpirabilidad y relleno térmico. Recuerda que, en la técnica de las tres capas, esta sería la última, y por tanto, la que más sufrirá directamente las inclemencias del tiempo y los roces con el exterior. Veamos punto por punto.

 

Impermeabilidad

Es lo que marca la capacidad de la chaqueta para impedir el paso del agua y repelerla a través del tejido. La impermeabilidad se mida en columnas de agua, un concepto técnico que se refiere a la presión que ejerce el agua sobre el material textil antes de llegar a traspasarlo.

Por tanto, ¿qué columna de agua debe tener una chaqueta de esquí aceptable? Ten en cuenta que en las pistas nos vamos a encontrar con unos cuantos días de lluvia -aunque nos refugiemos en el bar, en algún momento que esté cayendo agua con menor intensidad querremos seguir esquiando- y de nieve, que puede acabar calando.

Por eso, como mínimo debería tener una impermeabilidad de 5.000mm (es la medida con la que suele expresarse en las etiquetas, así como ‘5K’); con esta cifra te garantizas que tienes tiempo entre que llueve y te cobijas para no mojarte desde las pistas.

Ahora bien, con un poco más de dinero puedes asegurarte de que tu prenda aguantará más tiempo, especialmente interesante si piensas practicar Skimo o si no quieres que te frene en pistas un poco de lluvia o nieve. Las chaquetas de esquí con más de 18.000 columnas de agua ya se consideran que tienen una impermeabilidad alta, y si sobrepasan las 28.000 columnas de agua (lo tienen las altas gamas), ya tienen una impermeabilidad extrema.

 

Transpirabilidad

La transpirabilidad es esencial en las primeras capas, pero también en la última. Una buena chaqueta de esquí de hombre o mujer debe poder expulsar el exceso de agua o sudor de manera adecuada mientras practicamos deporte, así nos mantendremos más secos (algo esencial para estar más cómodos).

El grado de transpirabilidad de la ropa se mide con los gramos de vapor que se eliminan en un metro cuadrado durante 24 horas. A una chaqueta de esquí lo mínimo que deberíamos exigirle son 5.000 gramos (también se mide como ‘5K’); entre 18.000 y 20.000 ya podemos decir que son chaquetas de alta calidad.

 

Relleno térmico

No menos importante es la capacidad que tiene la chaqueta de esquí para protegernos del frío. Hoy existen diferentes materiales que aportan calidez: desde el clásico relleno de plumas naturales (tarda más en secar y es más caro, pero pesa menos para su poder calorífico) o fibras sintéticas actuales, como las de marcas conocidas como Thinsulate o Primaloft.

El relleno térmico ya va a gustos y a bolsillos, ya que puede variar bastante el precio final de la chaqueta de esquí. En cualquier caso, siempre sale a cuenta hacer una buena inversión para algo que sabes que te va a durar muchas temporadas y de lo que va a depender tu confort.

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