Andorra es un destino que nieve que nunca decepciona. Tiene grandes estaciones de esquí, ideales para pasar semanas enteras en la nieva, como Grandvalira; y otras de tamaño más moderado para huir de las masificaciones y con un buen ambiente familiar, como Ordino-Arcalís y Pal-Arinsal.
Además, el après-ski es muy completo en Andorra: nos podremos ir de compras por sus populares y enormes centros comerciales, explorar el entorno natural de otra manera -en motos de nieve, con trineos tirados por perros o con raquetas de nieve-, desconectar de todo en un balneario de la talla de Caldea, pasar una divertida jornada en el parque Naturland y mucho más.
¿Y dónde podemos quedarnos a dormir? Son muchas las propuestas que tenemos, ya que la industria turística es de las más importantes en Andorra. Si estás buscando un alojamiento con mucho encanto, ¿qué te parece pasar la noche en alta montaña, en medio de las pistas de esquí, en unas cabañas de lo más entrañables y con vistas al cielo estrellado? Te traemos una idea mágica: alojarte en cabañas en Andorra.
Estos entrañables alojamientos, que gestiona Epic Andorra, centrada en el turismo sostenible, son cabañas de madera tradicionales, muy bien integradas en el entorno pirenaico que las rodea, a más de 2.000 metros de altitud. Para los que no quieren dormir en la ciudad, pero tampoco en el pueblo, sino en medio de la naturaleza en el silencio más absoluto. Estaréis rodeados de nieve y en un lugar para disfrutar de la tranquilidad y de una oscuridad casi total; nunca habréis visto un cielo tan estrellado. Hay tanto en la estación de esquí de Grandvalira como en las pistas de Ordino-Arcalís. ¿Te animas a vivir una experiencia única? Te explicamos al detalle cómo son, dónde están y qué incluye la reserva.
Más que un alojamiento en sí, las Cabañas en Grandvalira son auténticas experiencias; no solo por la posibilidad de dormir en un entorno único y en unas construcciones típicas andorranas exclusivas, sino porque se pueden combinar con otras actividades como el heliesquí o gozar de una fantástica comida en la borda con ingredientes de proximidad y de alta calidad.
Estas son las cabañas que hay en Grandvalira, una estación de esquí que no necesita mucha presentación: tiene una increíble superficie esquiable con más de 210 kilómetros de pistas para todos los niveles. Y en ese gran terreno, hay espacio para estas entrañables bordas andorranas:
Un alojamiento con mucho encanto que consiste en una típica cabaña de madera en medio de la montaña, rodeada de nieve y en altura. Está en el sector de Grau Roig de Grandvalira, entre el circo de Pessons y Colells, a las faldas del Pico de Montmalús. Dormiréis muy cerca del cielo, a 2.150 metros de altitud. Esta cabaña tiene una capacidad para un máximo de cuatro personas y se exige pasar un mínimo de dos noches... te seducirá tanto que no te querrás ir nunca. ¿Qué incluye la reserva de la cabaña? La cabaña Pioleta de Grandvalira cuesta a partir de 337,50 euros e incluye el uso exclusivo del alojamiento, de manera que no compartiréis ni tendréis vecinos, estaréis en la más completa intimidad; con el precio también está pagado el acceso hasta el alojamiento; un aperitivo de bienvenida con productos típicos de Andorra; cena con las bebidas incluidas, consistente en entrante, plato principal y postre; un completo desayuno típico en la cabaña con té, café, confituras variadas, embutidos y pan con tomate; y una salida con guía de montaña o una clase de esquí con monitor.
La segunda cabaña de Grandvalira es muy coqueta: tiene forma de iglú y, pese a que por fuera parece un sencillo refugio de montaña, en su interior ofrece todo tipo de comodidades, como si estuvieras en un hotel. Desde la cabaña tendrás unas preciosas panorámicas a las montañas pirenaicas nevadas durante todo el día. Es más, la cama está orientada a una enorme cristalera con vistas al entorno, como si estuvieras durmiendo al ras, pero con todos los lujos y sin pasar frío. ¿Dónde está el curioso Domo Lodge? Lo encontraréis en la zona de Coma, en el sector de Grau Roig de Grandvalira, a nada menos que 2.350 metros de altitud. Podéis llegar de dos maneras: bien por vuestra cuenta, esquiando o con raquetas de nieve, bien a bordo de una máquina Ski Ratrack (las pisanieves de la estación), lo cual ya es, en sí, toda una experiencia. Igual que la otra cabaña, tiene una capacidad para hasta cuatro personas y se exige pasar un mínimo de dos noches. El precio del Domo Lodge es de a partir de 357,50 euros e incluye alojamiento exclusivo (no compartido), el acceso hasta él, el aparitivo de bienvenida, la cena, el desayuno y la salida con guía de montaña o clase de esquí con monitor especializado.
La última cabaña donde podemos pasar la noche aislados, en medio de la montaña en Grandvalira, es una típica de madera a ras de suelo, con mucho encanto. Está en el Pla de les Pedres, en el sector de Soldeu, al lado de los remontes y de las pistas de esquí de Grandvalira. Durante el día, se escucha el ajetreo de la estación de esquí; pero cuando cierran las pistas, reina la paz y la tranquilidad. Ojo porque a esta cabaña solo se puede llegar esquiando o en raquetas de nieve (el recorrido de esquí no es apto para principiantes). Al contrario que las otras cabañas que hemos visto en Grandvalira, El Niu Pla de les Pedres tan solo tiene capacidad para dos personas, ya que únicamente tiene en su interior una cama de matrimonio, ideal para parejas. Igualmente hay que reservar una estancia mínima de dos noches. Tiene un precio de 357,50 euros e incluye el uso exclusivo de la cabaña, aperitivo de bienvenida, cena con bebidas y desayuno.
¿Preferís esquiar en Ordino-Arcalís? Tiene un tamaño más modesto, 30,5 kilómetros esquiables y 28 pistas, donde muchas son para niveles avanzados, pero también hay una buena variedad para debutantes. En su entorno tenemos la posibilidad de vivir una experiencia de alojamiento mágica en la Borda del Buno, en plena naturaleza.
Esta preciosa y entrañable borda andorrana está en el parque natural del Valle de Sorteny (Ordino), ya cerca de la frontera norte con Francia. Es de piedra, siguiendo la típica estructura de la zona, y cuenta con todo tipo de comodidades: un amplio salón-comedor con chimenea, alrededor de la cual podremos contarnos las anécdotas en las pistas; una habitación cuádruple (tiene capacidad para hasta cuatro personas); una cocina; un baño; y, por supuesto, increíbles vistas a los Pirineos. Hay que reservar, al menos, dos noches en esta cabaña.
Cuesta 357,50 euros y es de uso exclusivo. En el precio está incluido el transporte hasta el alojamiento y, como en las cabañas de Grandvalira, entra un aperitivo de bienvenida, cena con productos locales y de calidad y bebidas, desayuno completo y típico de la zona y una escapada por los alrededores con raquetas de nieve, una experiencia para vivir la montaña nevada desde otra perspctiva y a baja velocidad.
