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Qué ver en Alpes Italianos

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Qué ver en Alpes Italianos

Los Alpes son el deseo dorado de cualquier montañero europeo. ¿Quién no ha soñado alguna vez con patear esos escenarios de fábula y hollar sus altas cimas, como el peculiar y temido Cervino? La emoción, la alegría, la sorpresa, la diversión y la tranquilidad se dan cita en este destino tan mágico como legendario.

Coge las botas de alta montaña y la mochila; prepara el material de esquí y de snowboard; mete unas zapatillas cómodas en la maleta; y que no se te olvide la cámara de fotos o el móvil a tope de batería. Son tantas las cosas imprescindibles que debes hacer en un viaje a los Alpes italianos que te faltarán días. Aquí te dejamos una lista con lo que creemos que no debe faltar en tu escapada.

 

Los 10 imprescindibles en los Alpes italianos

Vamos a hacer una tarea titánica: sintetizar en diez planes qué ver en los Alpes italianos. Dejamos propuestas para todos los gustos en los que la montaña siempre se alzará como telón de fondo.

 

1. Esquiar en Breuil-Cervinia

Si por algo es conocida esta estación de esquí es por su ubicación privilegiada: a los pies del majestuoso Monte Cervino –también conocido como Matterhorn en alemán-. Las pistas se extienden desde los 1.524 metros hasta los 3.883 metros de altitud, cerca del emblemático pico, en una de las zonas más bonitas de Alpes italianos que ver.

Suma 150 kilómetros de pistas que están comunicadas con Valtournench, así como con un enlace internacional con Zermatt a través del teleférico Cime Bianche Laghi - Plateau Rosà. Además, aquí está uno de los snowparks más bonitos del arco alpino: el Indianpark, con todo tipo de módulos. Esta es una de las estaciones que, si las condiciones climatológicas lo permiten, también abre algunas zonas de esquí en verano.

 

 

2. Esquí en Courmayeur Mont Blanc

Nos vamos a otra estación de esquí en los Alpes italianos, en este caso ya junto a la frontera con Francia y a las faldas de otro pico emblemático de la cadena montañosa: el Mont Blanc (que por Italia conocen como el “Monte Bianco”). En el fondo de una cuenca surge el territorio esquiable Courmayeur Mont Blanc Funivie, con pistas que se dividen en dos zonas: Val Vény y Plan Chécrouit.

Es un área esquiable con 33 pistas y 20 remontes. Pero aquí no todo es esquí alpino: hay un sinfín de actividades que añadirán emoción a tu escapada a la nieve en los Alpes italianos, como heliesquí, Skyway, un FunPark para que se diviertan los más peques o itinerarios de freeride en las partes altas.

 

3. Fortalezas medievales

Un plan majestuoso para hacer en los Alpes italianos es conocer los más de 170 castillos que erigen sobre sus peñas, especialmente en el Valle de Aosta. Es difícil que te dé tiempo a verlos todos, así que te recomendamos algunos: los mejor conservados están en la línea de defensa entre Pont Saint Martin y Courmayeur, como la fortaleza de Bard.

También son interesantes los castillos de Verrès, el renacentista de Issogne o la sorprendente estructura monobloque de la fortaleza de Ussel, sobre un promontorio escarpado encima de la población de Châtillon.

 

4. Aosta, la “Roma alpina”

Se trata de la única ciudad que hay en el Valle de Aosta –el resto de municipios son pueblos- y tiene una historia y legado cultural que le ha valido el sobrenombre de “la Roma de los Alpes”. No dejes de visitarla en tu viaje a los Alpes italianos. Entre sus puntos emblemáticos que ver, está el arco de Augusto, un centro dominado por la plaza Chanoux y que está rodeada de palacios históricos, la catedral de Aosta y el Criptopórtico Forense de Aosta, una parada obligatoria para los amantes de la historia y de la arqueología, que nos harán viajar por el pasado romano de la ciudad.

 

5. El funivía del Mont Blanc

¿Quieres subir el Mont Blanc, pero no estás preparado para una hazaña de tan alto calado? Es posible acercarte a la cima con poco esfuerzo, gracias al teleférico que sube desde Courmayeur hasta la Punta Helbronner, a 3.462 metros de altitud. Aún tendrás unos 1.700 metros por encima, pero es una buena manera de acercar el gigante a la mayor parte de la población.

Las vistas del recorrido del funivía del Mont Blanc son maravillosas, una gran experiencia para parejas y familias que quieren acercarse a la montaña más emblemática de los Alpes.

 

6. Lagos para enamorarse

En los Alpes italianos no faltan lagos en altura que nos traerán recuerdos inolvidables. Uno de visita imprescindible es el Lago de Como, que es el más grande; te recomendamos pasear por el casco antiguo de la población del mismo nombre y subir al funicular a Brunate, con panorámicas impresionantes de los lagos. Otro que vale la pena es el Lago di Braies, en los Dolomitas, que tiene un sendero que lo rodea.

 

7. Pueblos con encanto en los Alpes italianos

Son muchos los pueblos de visita imprescindible en los Alpes italianos. Y es que cualquier sitio por el que paseemos en esta zona, estará abrazado por el encanto inigualable de estas abrumadoras montañas. Aún así, vamos a citar algunos de los más bonitos: Staffal, que tiene el refugio más alto de Europa (a 4.559 metros) y que es destino obligatorio para los amantes del esquí fuera pista; Tache, con mucho encanto y con una iglesia que tiene una base del siglo III.

También vale la pena Gressoney Saint Jean, que era el pueblo preferido de la reina Margarita de Saboya para pasar sus vacaciones de verano, con preciosas vistas del Monte Rosa y junto al glaciar de Lys y el lago Gover. O Niel, una típica aldea alpina que parece estar detenida en el tiempo a 1.535 metros de altitud.

 

8. Conocer las Dolomitas

Son, sin duda, los macizos montañosos más peculiares y diferentes de los Alpes italianos. Están en su parte oriental, en las regiones del Veneto, Trentino-Alto Adige y Friul-Venecia Julia. Sus formas caprichosas en la roca, originando paisajes de gran belleza natural, hace que sea una de las zonas alpinas italianas más turísticas. Los Dolomitas albergan un parque nacional y nueve parques naturales, así como una gran zona de esquí: Dolomiti Superski. Están declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

 

9. Las vías ferratas de Dolomitas de Brenta

Siguiendo en Dolomitas, abrimos un paréntesis para los amantes de la escalada: aquí está el origen de las “vías ferratas”, que traducido al castellano es algo así como “caminos de hierro”, una especie de vías de escalada apoyadas en diferentes elementos (grapas, cables, clavijas, cuerdas, etc.) para personas con poca experiencia. Aquí hay extensos recorridos de varios días que están unidos por vías ferratas. Toda una aventura para quien busca algo más de adrenalina en sus rutas.

 

10. Los tesoros de la cocina italiana alpina

¿Qué sería de un buen viaje sin probar las delicias gastronómicas de la zona? Los Alpes italianos tienen una cocina propia que se aleja un tanto de lo que nos podemos esperar en el país de la pizza y de la pasta. En general, se caracteriza por servir platos de montaña: sencillos, contundentes y de tradición pastoril, con influencias de los países cercanos (Francia y Suiza).

En el Valle d’Aosta, por ejemplo, tenemos platos imprescindibles como la Fonduta, elaborada con el queso local, el fontina: se trata de una comida compartida en el que los comensales se sientan alrededor de un cuenco de queso fundido con tostaditas. También son típicas las carnes de caza (como la Motzetta), las salchichas (también morcillas), las patatas como guarnición, los caldos y los licores.

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