La estación de esquí de Tavascan, situada en el corazón del Pallars Sobirà, podría no abrir sus puertas la próxima temporada de invierno si no se encuentra una solución urgente a su delicada situación económica. Ante esta amenaza, usuarios y simpatizantes han lanzado una campaña de recogida de firmas a través de Change.org para "salvar" la estación, que ya ha superado las 1.050 adhesiones verificadas en pocos días.
El detonante fue el anuncio realizado el pasado mes de marzo por parte del Ayuntamiento de Lladorre, propietario y gestor del complejo, alertando de que no puede seguir afrontando los costes de mantenimiento, que este año han superado los 350.000 euros. Las reparaciones de la máquina pisanieves y del telesilla —con más de 28 años de servicio— han disparado unos gastos imposibles de cubrir para un municipio con menos de 200 habitantes.
Un símbolo del esquí sostenible y de la economía local
La situación no solo preocupa por el impacto directo sobre la estación, sino por el efecto dominó que podría provocar en el entorno. Tavascan genera alrededor de 40 empleos directos durante la temporada de invierno, además de otros muchos indirectos vinculados al turismo rural, la hostelería y los deportes de naturaleza. Inaugurada en 1991, la estación ha apostado desde sus inicios por un modelo de turismo sostenible y de baja intensidad, centrado en el esquí de montaña, el nórdico y las actividades en entornos naturales poco masificados.
Para los firmantes de la petición y muchos vecinos de la comarca, Tavascan representa un modelo de estación sostenible, familiar y de referencia para el esquí de montaña y nórdico. Dejarla caer supondría —afirman— un golpe a la identidad del territorio y a su futuro como destino turístico.
Movilización social y presión al Govern
La campaña ha tenido una fuerte repercusión en redes sociales, donde usuarios habituales de la estación han compartido imágenes, mensajes de apoyo y llamados al Departament de Territori y a Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC) para que asuman la gestión o articulen un plan de rescate.
El alcalde de Lladorre, Salvador Tomàs, ha insistido en que sin la implicación del Govern o de una empresa con capacidad de inversión, la reapertura de la estación en la temporada 2025/26 es prácticamente inviable.
Por su parte, FGC ha confirmado que ya está en contacto con el consistorio para conocer de primera mano la situación, y ha expresado su disposición a estudiar posibles formas de colaboración. “Estamos decididos a ver cómo podemos ayudar”, han declarado desde la entidad pública, que ya gestiona otras estaciones de montaña en Catalunya.
Un futuro incierto, pero con esperanza
Mientras avanza el diálogo institucional, la movilización ciudadana sigue creciendo. Desde Lladorre y el entorno de Tavascan esperan que el eco de esta campaña llegue lo bastante lejos como para evitar el cierre de un centro que no solo ofrece esquí, sino un modelo de turismo vinculado al territorio, al paisaje y a la vida en el Pirineo.
Fuente: lugaresdenieve.com