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¿Qué es el esquí alpino? Todo lo que debes saber

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Esqui.com

¿Qué es el esquí alpino? Todo lo que debes saber

Nos encanta esquiar. Y dentro de este deporte de nieve que nos permite explorar las montañas desde otra perspectiva y con un precioso manto blanco, existen muchas disciplinas. Seguramente la más conocida sea el esquí alpino, del que hoy vamos a contar todos los detalles para que te conviertas en un auténtico experto.

Después de leer esta información, podrás presumir en las pistas de ser un auténtico experto en el tema. ¡Vamos con ello!

 

 

¿Qué es el esquí alpino?

Es muy sencillo de entender: el esquí alpino consiste, básicamente, en lanzarse por la ladera de una montaña e intentar descender a gran velocidad. Vamos, lo que hacemos (o intentamos hacer) siempre que vamos a cualquier estación de esquí y nos deslizamos por la nieve de las pistas.

Aunque después veremos las modalidades que existen dentro del esquí alpino, la principal busca llegar a meta en el menor tiempo posible.

 

La historia del esquí alpino

El esquí alpino no tiene un nombre casual: se llama así porque empezó a practicarse en una de las regiones con más tradición de deportes de nieve, como son los Alpes. Allí “inventaron” eso de competir por descender en el menor tiempo posible una pista de esquí que tiene un recorrido establecido con diferentes tipos de puertas o señales.

El esquí alpino se ha ido extendiendo por el mundo gracias a diferentes factores: la innovación, a menudo de la mano de los ejércitos que empleaban los esquís como medio para transportarse; la apertura de muchas estaciones de esquí por todo el mundo; y el abaratamiento del precio para practicarlo, gracias a tiendas que alquilan material (ya no hace falta tener uno propio y costoso) y a ofertas del estilo paquetes con hotel + forfait.

Con el tiempo, las instalaciones de las estaciones de esquí también se han ido modernizando y haciendo más fácil los inicios dentro de este deporte de nieve, con remontes especiales para debutantes, telesillas desembragables, maquinaria para un buen acondicionamiento de las pistas e incluso sistemas de innivación artificial para apoyar los trazados cuando no nieva lo suficiente.

En España, los primeros esquiadores empezaron a practicar este deporte a principios del siglo XX y en lugares como el Puerto de Navacerrada (Madrid), La Molina, Candanchú y Sierra Nevada. La Federación Española de Esquí nació en 1941 y provocó un aumento de los aficionados, a lo que se sumó la inauguración del primer remonte mecánico en la estación de La Molina en 1943, que hacía mucho más cómoda la subida a la montaña para descenderla practicando el esquí alpino.

 

Material: ¿Qué hace falta para practicar el esquí alpino?

El esquí alpino es un deporte blanco que, con el tiempo, ha ganado mucha popularidad por la gran cantidad de estaciones y precios cada vez más asequibles. Así que, ¿por qué no te animas a probarlo? Aquí te dejamos una lista con todo lo que necesitarás para practicarlo (¡además de ganas y constancia!):

 

Esquís y fijaciones

Si eres principiante, lo más recomendable es que tires de alquiler de material (la mayoría de las estaciones de esquí, por no decir todas, cuentan con tiendas en las que podremos pagar una pequeña cantidad de dinero al día por ellos). En el material prestado, los esquís ya van con las fijaciones montadas. Elegirás los esquís en función de tu peso, experiencia y modalidad que prefieras.

 

Bastones de esquí

Son imprescindibles para mantener el equilibrio en las pistas. Para saber cuánto tiene que medir el ideal para tu estatura, ponlos boca abajo en el suelo; pon tu mano bajo la roseta del bastón y procura que tu codo forme un ángulo de 90 grados.

 

Botas de esquí

Deben ajustarse bien al pie, sin que “bailen”, pero tampoco deberían dolerte. Esto es especialmente importante si eres principiante: más vale que queden un poquito más holgadas de lo que deberían, pero que no te dejen el mal recuerdo del dolor que pasaste en los pies. Normalmente las botas pueden ajustarse con correas una vez puestas.

 

Casco

Su uso no es obligatorio en las estaciones de esquí, pero sí altamente recomendable. Los estudios dicen que reducen el riesgo de lesiones en un 29%, así que, ¿para qué jugártela y no ponértelo?

 

Máscaras o gafas de sol

Otro sistema de protección, en este caso para los ojos, frente a los rayos ultravioleta. No te confíes y llévalas siempre: también en los días nublados.

 

Ropa

Lo más recomendable es seguir la técnica que empleamos en todos los deportes de montaña: las tres capas. Es decir, una primera térmica, una segunda aislante (tipo forro polar o chaqueta de plumón) y una tercera que nos proteja del viento y del agua (impermeable). Aquí también incluimos unos buenos guantes impermeables y calcetines técnicos que abriguen bien.

 

Modalidades de esquí alpino

Si vas a una competición de esquí alpino, verás que las pruebas se distribuyen en dos grandes áreas: técnicas y de velocidad. Para ver a “la crème de la crème” de este deporte, tenemos que ver los circuitos de la Copa del Mundo, que dura una temporada completa. Además, se celebran los Campeonatos de Esquí del Mundo Alpino cada dos años. Hay que decir que el esquí alpino es un deporte olímpico desde 1936, y en las que encontramos las siguientes disciplinas: 

 

Descenso

Es la prueba más sencilla de entender, porque consiste en lanzarse pendiente abajo y gana el que llega antes. Lo que hacemos la mayoría de los mortales cuando vamos a las pistas de esquí, con la diferencia de que los grandes profesionales pueden llegar a alcanzar velocidades cercanas a los 160 kilómetros por hora. En esta modalidad se necesita mucha fuerza en las piernas y se hace en trazados que van de los 450 a 800 metros de desnivel en las pruebas para mujeres y de los 750 a 1.100 en las de hombres.

 

Eslalon

Se trata de la modalidad más técnica del esquí alpino. En este caso, hay que bajar a toda velocidad por la ladera de la montaña, pero teniendo que pasar por diferentes puertas que están muy juntas entre sí (de 28 a 45 puertas). Eso quiere mucha técnica, ya que hay que hacer giros y cambios de dirección muy rápidos. Suelen ser trazados más cortos en los que los esquiadores pueden llegar a coger velocidades entre 60 y 70 kilómetros por hora, algo que no está nada mal teniendo en cuenta la cantidad de giros que deben hacer.

 

Eslalon gigante

Parecido al anterior, pero más rápido, en el que los esquiadores llegan en sus descensos a unos 80 kilómetros por hora.

 

Supergigante (o Super G)

Se trata de una modalidad que combina la velocidad con la técnica de los giros. Aquí los esquiadores hacen el recorrido y gana el que lo hace en menos tiempo. La diferencia con las anteriores es que no pueden probar la pista; únicamente pueden inspeccionar el recorrido en la mañana de la carrera para estudiarlo.

 

Combinada alpina

Es una prueba que verás en los Juegos Olímpicos y que premia al esquiador más completo, el que domina tanto la velocidad como la técnica. 

 

Paralelo

Es una disciplina que no se enmarca en las pruebas olímpicas, pero que es de lo más espectacular para ver en directo. En ella se enfrentan dos esquiadores de manera simultánea, que descienden por dos trazados idénticos con puertas.

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