Boí Taüll vuelve a estar entre las candidatas al galardón que reconoce la excelencia en el turismo de nieve a nivel internacional. La estación de Ferrocarrils ya fue distinguida en tres ediciones anteriores —2018, 2019 y 2020— y aspira a revalidar su título en la edición de 2025 de los World Ski Awards, considerados los “Oscar del esquí”.
El reconocimiento no es casual. La estación pirenaica ha consolidado su liderazgo gracias a una combinación de factores: calidad de nieve, cotas elevadas, innovación tecnológica y una apuesta clara por la accesibilidad y la desestacionalización.
Con una cota máxima de 2.751 metros —la más alta de los Pirineos— y una mínima de 2.035, Boí Taüll ofrece buenas condiciones de nieve y un dominio esquiable de 550 hectáreas, que incluye más de 45 kilómetros de pistas, cuatro itinerarios de esquí de montaña, un snowpark para todos los niveles y zonas de freeride. A todo ello se suma una pista exclusiva para trineos, lo que la convierte en un destino atractivo tanto para esquiadores expertos como para familias.
La temporada de invierno 2024 incorporó además un cambiador inclusivo de obra fija, un espacio pionero pensado para personas con diversidad funcional, movilidad reducida o necesidades específicas de higiene, reafirmando el compromiso de la estación con un turismo más accesible e inclusivo.
El proceso de votación de los World Ski Awards está abierto hasta el 10 de octubre y puede participar tanto el público general como profesionales del sector a través de la web oficial.
Una estación que apuesta por el futuro
Boí Taüll ha sabido modernizar su oferta con soluciones tecnológicas como máquinas de check-in para recoger el forfait o un sistema de pedidos por móvil en restauración, eliminando colas y mejorando la experiencia del visitante.
Más allá del invierno, la estación también impulsa actividades de verano con propuestas como la nueva tirolina de doble cable, que este 2025 estrena un primer tramo de 200 metros y prevé alcanzar los 1.000 en una segunda fase. Una iniciativa que forma parte de su estrategia de desestacionalización para disfrutar de la montaña los 365 días del año.
La cercanía al Parque Nacional de Aigüestortes i Estany de Sant Maurici y el incomparable entorno románico de la Vall de Boí, declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO, completan una oferta que va más allá del esquí. El ambiente familiar y el trato cercano del equipo humano refuerzan el valor diferencial de esta estación que vuelve a aspirar al máximo reconocimiento internacional.
Fuente: lugaresdenieve.com
